Cepillos eléctricos vs cepillos manuales

por Clínica Such Salud dental

La higiene bucal es fundamental para una correcta salud bucal y el mantenimiento de todas las piezas dentales. A la hora de realizar dicha limpieza tenemos varias opciones o alternativas, como los cepillos manuales o eléctricos. Hoy te hablaremos de las ventajas e inconvenientes de ambos tipos de cepillos dentales.

Los cepillos eléctricos. Ventajas e inconvenientes

Los cepillos eléctricos giran el cabezal de forma automática, imitando los movimientos manuales. Con este tipo de cepillos la limpieza se realiza de forma más intensa y profunda, pero requiere de más tiempo, pues es necesario pasarlo por todos los dientes y sus caras, dejándolo unos segundos sobre cada zona.

La principal ventaja de estos cepillos es que efectúan una rotación perfecta, sin ejercer presión excesiva, y te permite además llegar a todos los rincones de la boca. Por el contrario una de las grandes desventajas es el mantenimiento y el precio. Es necesario cambiar el cabezal periódicamente, del mismo modo que en los manuales, pero además de que dichos recambios son más caros también hay que realizar una inversión principal en la maquinaria.

Los cepillos manuales. Ventajas e inconvenientes

Normalmente aquellas personas que tienen un cepillo manual realizan mal el cepillado. O bien ejercen demasiada presión o bien no dedican el tiempo suficiente. El cepillado ha de durar como mínimo 2 minutos y una de las desventajas de los cepillos manuales es que sus usuarios no dedican este tiempo, en cambio en los eléctricos el tiempo está fijado y tiene un indicador.

No obstante hay ciertos casos en los que es mejor utilizar el cepillo manual: cuando se ha realizado una cirugía, cuando se ha realizado una ortodoncia o en caso de niños de corta edad.

Entre las principales ventajas de estos cepillos está su coste, son relativamente baratos en comparación con los eléctricos y siempre están a punto para su uso, sin necesidad de cargas o baterías.

¿Qué cepillo de dientes es mejor?

El problema no está en el cepillo, sino en el cepillado. Si realizamos un correcto cepillado cualquiera de los dos modelos son perfectos. Por el contrario, si no cepillamos los dientes de forma adecuada, el cepillo eléctrico puede ayudarnos a mejorar nuestra técnica.